En Astigarraga Kit Line, cada día es una oportunidad para celebrar el compromiso con la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente. Sin embargo, en una fecha como el Día del Reciclaje, nos sentimos orgullosos de nuestra labor en la fabricación de muebles de madera, una actividad que abraza la filosofía del reciclaje y la reutilización de nuestra materia prima, la madera maciza de pino Insignis, de forma integral. El director del área forestal de Astigarraga Kit Line, Jose Juan Astigarraga, explica en qué consiste el proceso de transformación de la madera desde el árbol hasta el producto final y el aprovechamiento integral que se lleva a cabo de esta materia prima natural, renovable y sostenible.
– Lo primero de todo, ¿podría explicar en qué consisten la primera y la segunda trasformación de la madera?
– La primera trasformación de la madera engloba todos los procesos que van desde que se tala el árbol en el bosque hasta que se convierte en tablas en el aserradero. La segunda trasformación de la madera es la que se lleva a cabo en los talleres, donde se obtiene, a partir de la madera de primera trasformación, el producto final que vendes a los distribuidores o al consumidor final. La madera recorre un largo camino hasta convertirse en un producto elaborado como un mueble.
– En esa primera transformación de la madera, ¿cuál es la proporción que se utiliza para la fabricación de muebles en comparación con la que se recicla para otros fines?
– Cuando talamos un pino, para utilizarlo como materia prima para el aserradero, se aprovecha el 85% del tronco. Este porcentaje suele ser el apto para poder cortar los troncos en base a diámetros.
– ¿Y qué sucede con el 15% restante?
– De ese 15%, el 13% son las apeas, es decir, las puntas de los pinos, las ramas muy gruesas, los trozos que se van partiendo, un tronco que no cumple los estándares para la fabricación de muebles… En el caso de Astigarraga Kit Line, casi el 100% de ese 15% lo llevamos a papeleras y fábricas de aglomerado y MDF (Medium Density Fiberboard).
-En concreto, las apeas, ¿a dónde se envían?
-Las apeas se envían directamente a la papelera desde el monte. El camión va cargando los troncos para la serrería Gure Zura, de Nuarbe, y cuando completa un camión de apeas lo lleva a la papelera Zubialde, en Aiarnazabal, para hacer pasta de papel con la que, después, fabrican el papel tisú. Además de pasta de papel, también se aprovecha para hacer aglomerado y MDF.
-Por lo tanto, los sobrantes de madera, en lugar de desecharlos, se reciclan…
-El tronco es el producto. Y el subproducto es algo que sale de ese tronco. Tanto en la primera trasformación en el monte como la segunda trasformación en la fábrica, nosotros nunca utilizamos las palabras ‘residuos’ o ‘deshechos’ sino subproductos porque, por un lado, estaríamos desvalorizando nuestra materia prima, y por otro lado, los subproductos no son desechados sino que tienen una utilidad.
-Afirma que casi el 100% de ese 15% termina en las papeleras. ¿A qué se refiere con ese “casi”?
En el monte se limpia y se aprovecha casi todo. De todo lo pequeño, el máximo volumen. No se aprovecha el 100% de las ramas, aunque se podría pero la orografía del País Vasco no lo permite. Meter maquinaria no es rentable para nada y se queda desgraciadamente un poco de biomasa en los montes vascos: ramas, pinos un poco secos… En Galicia, Las Landas, los países escandinavos, los bálticos, e incluso, Alemania, donde la orografía te lo permite, puedes meter una trituradora y reutilizar ese pequeño porcentaje que se queda, que puede ser en torno al 2% de ese 15%. El 100% de los forestalistas del País Vasco aprovechan las apeas, excepto ese pequeño porcentaje, que se ha intentado pero es inviable, a pesar de que a 150 km se hace, pero el terreno es otro.
– Teniendo en cuenta esta dificultad, ¿qué sucede con ese 2% que se queda en el monte?
-Por ejemplo, en Larruskain (Bizkaia), antes de volver a plantar, hemos triturado todas las ramas y los arbolitos pequeños que se quedan en el monte. Lo triturado lo vas dejando desperdigado, eso se pudre, se convierte en abono para la tierra y luego se plantan los árboles.
Otra fórmula, que la hemos llevado a cabo en Azkoitia porque estaba muy limpio, ha sido hacer hileras donde se quedan las ramas y se han plantado los árboles entre las hileras, como protección a los corzos. Son dos formas de volver a reutilizar lo poco que se queda en el monte. Por eso, se puede decir que en la primera trasformación de la madera, el aprovechamiento es casi del 100%: el 85% es materia prima, un 13% apeas y un 2% que se queda en el bosque, pero que también es reutilizado.
–¿Cómo se realiza la clasificación de las apeas?
-Las cuadrillas son las que se encargan de hacer este trabajo. Normalmente se habla por diámetros. Una apea buena suele ser desde 8 a 16 cm de diámetro. De 8 cm para abajo se queda en el monte, y de 16 cm para arriba se considera válida como materia prima para la fabricación de muebles. Y de 18 a 25 cm, para el mundo del embalaje y palets.
-Al principio, ha comentado lo que llega a la serrería desde el monte, ¿Qué se utiliza en la fabricación de muebles y qué se recicla para otros fines?
-En el aserradero, un alto procentaje viene a los talleres de fabricación, y el resto del tronco es serrín, corteza y astilla. Insisto, no es un residuo, es un subproducto potente. La gente lo llama residuo. Astigarraga Kit Line lo cataloga como subproducto.
– ¿Cómo se obtiene la corteza, el serrín y la astilla?
En la serrería, el tronco entra por la descortezadora y sale limpio de corteza. Con las esquinas del tronco, que llamamos costero, una vez que quitas las cuatro, lo que hacemos es astilla húmeda. Así, el tronco queda ya limpio de corteza y está limpio para cortarlo en tablas. Cuando transformamos el tronco en tablas, ese corte de la sierra produce serrín.
-¿Y a dónde van a parar estos nuevos subproductos?
-El serrín lo mandamos a las fábricas para hacer tableros de aglomerado y MDF, a Pantyr Seripanneaux, en Saint Vincent de Tyrosse, cerca de Bayona. Para las cortezas tenemos dos destinos: para biomasa para la papelera de Zubialde, en Aiarnazabal, donde queman la corteza para conseguir energía térmica para sus procesos de producción; y a Francia para jardinería. Suelen coger las cortezas, las van chocando y con el roce se quedan finas y redondeadas y sacan una corteza para la decoración de los jardines. Y finalmente la salida de la astilla, que es de muy buena calidad gracias a nuestras instalaciones, la vendemos para la papelera Gascogne en Mimizan (Landas), donde hacen unos controles exhaustivos y los pasamos.
-En el aserradero, sí que se aprovecha el 100% de la madera que entra…
-No se desperdicia ni un solo gramo del pino. No se escapa nada.
Optimización de la eficiencia energética en las fábricas
-Ya solo quedaría saber qué sucede con ese pocentaje de la madera que entra en el aserradero.
-Después del proceso de secado natural u oreado de la madera, entra en fábrica, donde se lleva a cabo la segunda trasformación de la madera. Para que las tablas se conviertan en un producto terminado, se genera viruta y astilla seca. La viruta la utilizamos para las calderas de biomasa para producir energía térmica, que se aprovecha para el secado de la madera y para la calefacción en nuestras dos fábricas, la de Larrañaga, donde fabricamos las estanterías, y la de Olalde, donde se realizan los caballetes. Y el 100% de la astilla seca va destinado para la fabricación de pellets, a Arkaizpegurrak en Bidania y a Servary, en Angresse. Los pellets se fabrican mediante prensado de serrín donde la lignina hace de aglomerante.
“Reciclar es esencial pero también lo es no generar”
-¿Qué desafíos enfrenta Astigarraga Kit Line en el proceso de reciclaje?
-Respecto a la madera, siempre estamos incidiendo en el mayor aprovechamiento de esa madera que se queda en el monte. Eso siempre. Nuestro compromiso con el reciclaje se refleja encada etapa de nuestro proceso de fabricación. Desde la extracción de la madera hasta el empaquetado de nuestros productos. Buscamos siempre optimizar recursos. A parte de la madera, sí que habría que mencionar otras materias primas que utilizamos para el embalaje, como el cartón y el plástico.
Llevamos toda la vida con Plastigaur, una empresa de envase y embalaje flexible y sostenible en plástico. En temas de investigación del reciclaje de utilizar materia prima reciclada son punteros en Europa. Ahora mismo, el 70% del plástico que utilizamos es reciclado. Solemos insistir para ir subiendo ese porcentaje y poder llegar al 100%. Pero hay que seguir investigando. Hace no mucho estábamos en el 20% y ya estamos en el 70%. Por otro lado, en cuanto al cartón, el 100% es reciclado.
¿Está bien reciclar? Sí, hay que reciclar, pero lo que hay que hacer también es no generar innecesariamente. Nuestra tendencia es a no producir.
-¿Qué beneficios ambientales considera que tiene el enfoque de reciclaje de la empresa?
-Nuestro compromiso con el reciclaje nos permite reducir significativamente la cantidad de residuos que generamos como empresa. En el caso de la madera, al reutilizar el 100% en lugar de desecharla, no existen desperdicios y se maximiza la eficiencia en el uso de un recurso natural y renovable como es la madera. Además, al convertir los subproductos en biomasa, se reduce la dependencia de combustibles fósiles como el gasoil, contribuyendo así a la reducción de emisiones contaminantes y a la disminución de la huella de carbono.
Por otro lado, al dar valor a todo lo que ofrece un árbol, la empresa contribuye a la disminución de la contaminación ambiental. Al final, estás produciendo un producto, que a los diez años, lo vas a poder reciclar o llevar a un centro de Garbigune, donde lo pueden triturar y convertirlo en astillas. Creemos en la importancia de prolongar la vida útil de nuestros productos. Por eso, diseñamos nuestros muebles con durabilidad y funcionalidad en mente, asegurándonos que puedan adaptarse a diferentes espacios a lo largo del tiempo, con la idea de fomentar una cultura del consumo responsable.
La reforestación, que siempre impulsamos, también juega un papel importante en la conservación de nuestros bosques y en la captura de carbono.
-¿Existe mejoras futuras en el área del reciclaje de la madera?
-Diría que la recolecta de ese 2% que se queda en el monte, y que aquí en el País Vaco no es viable. Y, como siempre digo, que no se pare de plantar.
-¿La empresa ha recibido algún tipo de reconocimiento o certificación por sus esfuerzos en materia de reciclaje y sostenibilidad?
– Recientemente hemos obtenido la certificación de la huella de carbono por parte de Tecnalia Certificación, en nuestro caso, de la primera y segunda transformación del sector de la madera. En nuestro compromiso con la sostenibilidad ambiental y la responsabilidad corporativa, esta distinción representa un logro para nuestra empresa ya que nos permite conocer el impacto que genera nuestra actividad en el medio ambiente. Además del certificado PEFC, que avala que utilizamos madera local procedente de fuentes sostenibles, contamos también con la etiqueta ecológica de la Unión Europea, Ecolabel, que es una distinción hacia aquellas empresas que generan menos residuos y contaminación en el proceso de producción y potencia el uso de materiales reciclados, para fabricar productos más duraderos y fáciles de reciclar.
Únete a nosotros en nuestra celebración del Día del reciclaje y sé parte del cambio hacia un mundo más limpio, verde y sostenible. En Astigarraga Kit Line, entendemos que nuestra responsabilidad va más allá de la fabricación de muebles; también implica minimizar nuestro impacto en nuestro entorno. Por eso, estamos comprometidos con el reciclaje y la sostenibilidad hoy, mañana y siempre. ¡Feliz Día del Reciclaje!